Primer ministro de Luisiana
en Lesiones Personales en Nueva Orleans
Publicado en Blog on Febrero 6, 2014
Los Juegos Olímpicos están una vez más sobre nosotros, y son un gran momento para que nuestra nación se una y se una a una sola causa, y se enorgullezca de nuestros logros.
El hecho de que estos juegos se celebren en Rusia también ha provocado muchas conversaciones en todo el mundo sobre las condiciones en Rusia. El gobierno de Vladimir Putin tiene un historial cuestionable en lo que respecta a los derechos humanos, la libertad de expresión, la libertad de los medios de comunicación, la libertad de reunión, un sistema judicial y penitenciario justo e imparcial, y la corrupción. Que estas cosas estén ocurriendo en un país moderno y avanzado como Rusia debería hacernos detenernos y pensar en la palabra "libertad".
En los Estados Unidos, insistimos en la palabra con tanta frecuencia que casi parece carecer de significado. Pero el concepto y la realidad de la libertad no existe en el vacío. El pueblo de Rusia no disfruta de las libertades que disfruta el pueblo de este y muchos otros países. El gobierno mantiene un control muy estricto de los medios de comunicación en Rusia; las personas no pueden reunirse libremente y protestar pacíficamente; la libertad de expresión no existe como la conocemos aquí; los líderes regionales son designados unilateralmente por el gobierno central; y la corrupción y el amiguismo son desenfrenados (según el grupo de expertos sin fines de lucro Transparencia Internacional, que rastrea la apertura, transparencia y corrupción de los gobiernos mundiales, el gobierno de Rusia ocupó el puesto 127 entre 175 en su Índice de Percepción de la Corrupción para 2013, a la par Gobiernos notoriamente inestables como Pakistán, Malí y Líbano).
Deberíamos mostrar una enorme gratitud por estas libertades. Si no estamos contentos con nuestros líderes, podemos mostrar nuestro descontento sin tener que temer represalias por parte del gobierno. Este tipo de libertades se siente natural, pero para la gente en Rusia y en muchos otros países del mundo, estas libertades no existen.
No tenemos los fuertes lazos con Rusia que tenemos con los dos últimos países anfitriones olímpicos, Canadá y el Reino Unido; por eso, la gente de Rusia puede sentirse parte de un mundo diferente. Pero son personas reales que atraviesan problemas reales; también debemos aprovechar esta oportunidad para aprender más sobre Rusia, su gente, su gobierno y los problemas que enfrentan las personas en otros países en problemas en todo el mundo. Porque las cosas solo pueden cambiar si nos damos cuenta y nos preocupamos.